lunes, 1 de febrero de 2010

El mundo entero se corre en el mundial

Por Bicario Texeiro 




   Los equipos listos, guallos en las tulas, balones inflados, tiquetes en el bolsillo, camisetas del equipo preferido, algo de licor, tal vez un tequila, y cómo no, una buena compañía, porque mundial sin arrunchis no vale. Cada gol debe ser un polvo. Existirán los días de descanso, pero también la final y la semifinal, y otras partes del mundial en las que mejor será tirar y cantar goles.
   
   Sobre las fechas en que nacen más bebes es típico el comentario que supone que esa fecha atiborrada por placentas rotas se ajusta a los 9 meses que le siguieron a un carnaval, una farra nacional o un mundial. El control de natalidad debería ser mejor. Si el equipo de tu país va por la copa del mundo, hay que repartir condones en los bares, en las calles, en los restaurantes, en los parques. Que nadie se quede sin condón cuando la selección juegue. Muchos hijos de puta inflarán el condón o lo tirarán a la basura o le dirán a sus vástagos llenos de acné que el sexo es malo y que los preservativos, por tener que ver con el sexo, insitan al acto, al gustico, y por eso no deben ser ni vistos, ni usados, ni olidos ni nada. La goleada típica a la vida cotidiana: se previene siempre, sin saberlo, sobre la ignorancia.
   
   En este mundial, cosa típica, no estará Colombia. Atrás quedaron nuestras glorias juerguistas como el Tino, el Chonto, el Pibe, el Tren y Rincón, quienes a ritmo de salsa, ron, mujeres y balón, nos llevaron a tres mundiales seguidos, y puede que no nos hayan representado lo mejor, pero al menos pisaron las canchas del evento deportivo más importante del planeta, y dejaron una memoria invaluable en las mentes colombianas. (Ahora que pienso en las mentes colombianas, recuerdo que siempre me he preguntado qué clase de sociedad engendra mentes perversas como la de Mancuso, el Monojojoy, Uribe, Chávez, Bush, Putin, Pinochet y otros mas).

   Los hospitales, nueves meses después del mundial, estarán a reventar de madres futuras. Se sabrá si funcionó repartir condones en tantos lugares. Los hinchas colombianos estarán medio felices y muy, pero muy enguayabados si ganó Brasil, Argentina o, en su defecto, Paraguay, que este año va como una tromba. La glorias juerguistas del fútbol nacional tal vez hablen pasando como expertos para algunos medios colombianos. El Pibe saldrá en publicidad de Direct Tv, y de seguro su rol se irá dinamizando y cambiando con el avanzar del mundial. ¿Será que ese Suráfrica 2010l es capaz de sacar a Colombia del panorama mundial frente a un posible fraude en las elecciones? El fraude es posible en este país creado para los delincuentes y liderado por delincuentes. No se haga raro saber que hubo falsas votaciones, escrutinios adulterados, muertos que votan, políticos que desde la cárcel celebran el triunfo, partidos políticos que ganan siendo una escoria, y, para finalizar, no se haga nada pero en serio nada raro que, Uribe y su combo, dejen para último minuto movidas inesperadas que coloquen al país en una encrucijada. ¿Qué tal una captura de Monojojoy o una baja de Timochenko? El ejército dice en su propaganda que "carga un país en las espaldas, pero, ¿no es a un mesias autoritario al que cargan como deidad máxima de una causa que cada día parece más perdida?

   Mundial y elecciones, coctel explosivo. Muchos colombianos opinan que en medio de la organización de los campeonatos de fútbol nacional se crean estrategias políticas de todo tipo, desde la reprogramación de fechas para que un alcalde pueda ver a su equipo, hasta el atraso de actividades fundamentales que mejorarían la infrastructura futbolística de varias comunidades del país. Este año igual, haya corrupción o se disminuya un poco, haya mujeres o desaparezcan todas, estoy seguro que la vamos a pasar del carajo porque hay mucho fútbol por delante, para ver, jugar y apostar. Ojalá Uribe y el séquito de ultraderecha no haga marrullerías en lo que falta del año, y permitan unas elecciones libres, justas, sin tanta bipolaridad ni enfrentamiento. Por cierto, el Pequeño Tirano del presidente lleva dos mundiales en compañía de todos los colombianos. Ya es hora de que piense ver este en casa, con un cubalibre en una mano y una foto de Chávez en la otra. De seguro se trasluce sobre sí la revolución.

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