domingo, 25 de abril de 2010

Mockus, si quedas nos quedamos (y hasta volvemos)

Por Lucrecia Lautaro 




 Durante semanas he visitado miles de sitios en internet en los que dialogo sobre la candidatura de Mockus. Me han atacado sin compasión gavillas de foristas, pero en la mayoría de los casos los comentarios han estado a favor del lituano, el profe, el beodo y el yupi.
 Varias ideas de esos debates me han llamado la atención, pero sobretodo una ha sido capaz de sentarme a pensar muy tezudamente, pues me tocó hasta el fondo. ¿Sería yo capaz, como joven colombiana, de votar por Mockus y después irme de este país sin que nada me importe? Estoy segura que si otro fuera el candidato, si otro fuera el partido, si otra fuera la energía de su gente, yo diría con toda contundencia, Sí, me largaría y me importa un carajo lo que pasa en esta patria de locos. Pero esta vez el peso de la desición me aploma los pies. Y creo que por primera vez sería capaz de cambiar un viaje por quedarme en Colombia, una oportunidad afuera por una de adentro, una que me brinda mi país con todas sus expresiones crudas, bellas y mágicas.
  Me quedaría en Colombia si Mockus es presidente porque tendría confianza en la legalidad de sus movimientos, en la transparncia de sus desiciones, en la coherencia de sus actuaciones políticas. Estos tres factores son suficientes para liberar ese colombiano que sí quiere seguir acá luchando, cambiando el panorama, haciendo lo posible por convertir este país en un verdadero lugar de vida, en un oasis de innovación, de conocimiento, en una Colombia que no margina los jóvenes ni los criminaliza, en una Colombia que no invisibiliza los problemas de las comunidades ni promete la guerra como única salida.
  Me quedaría en Colombia si Mockus es presidente porque más que nunca la cultura es el camino, la ruta a seguir, y en esa aventura nos encontramos muchas personas en este páis, tratando de crear para trasnformar la realidad llena de sangre, corrupción y odio. Por fin tal vez el Chocó deje de verse con ojos depredadores y se mire su talante rico en folclor, expresión y turismo. Por fin tal vez la Guajira reciba un tatamiento decente por parte del Estado y se inscriban sus comunidades a la red de servicios públicos, a la seguridad, a la educación. Por fin tal vez el Amazonas y otras zonas selváticas colombianas van a ser protegidas de las corporaciones que quieren acabar con todo.
   Me quedaría en Colombia si Mockus es presidente porque siento una responsabilidad política trascendental como nunca antes. Siento que mi voto está realmente apoyando un proyecto inteligente y sincero. Siento que si ese proyecto es elegido yo no me puedo ir porque estoy comprometida con Colombia, con la legalidad, con la cultura, con la educación. Siento que si ese proyecto se ratifica yo gano, tu ganas, todos ganamos, como la pirinola que suelta Mockus siempre. Siento que el sueño de irme no es distante, sigue cercano, pero el sueño de cambiar Colombia se acercó más que nunca, y en un breve tiempo, en una breve campaña a la presidencia, y siento el deber de apoyar eso, de intentarlo, de triunfar, de ayudar, de no quedarme afuera mirando cómo se cae mi país a pedazos.